lunes, 16 de marzo de 2015


ORIGEN

El anglicanismo surgió en Inglaterra después del acta de supremacía ( 1534), proclamada por Enrique VIII como cabeza suprema de la Iglesia dentro de su reino. En los siglos siguientes el anglicanismo se difundió por todo el imperio británico. La comunión anglicana comprende unas 25 Iglesias nacionales independientes, unidas por la comunión con el arzobispo de Canterbury. Casi la mitad de los anglicanos del mundo viven en las islas británicas.
Teológicamente, el anglicanismo debe distinguirse de la reforma que comenzaron Lutero y Calvino. Enrique VIII era fuertemente antiprotestante y mantuvo la mayor parte de los elementos de la Tradición, de manera que -prescindiendo del reconocimiento del papa como cabeza de la Iglesia- el primer anglicanismo no era muy distinto del catolicismo romano. Sin embargo, un número cada vez mayor de líderes de la Iglesia de Inglaterra mostraron muchas simpatías por el pensamiento de los reformadores del continente, especialmente por Calvino. En consecuencia, el anglicanismo fue evolucionando poco a poco hacia una mezcla en la que se conservaban algunos elementos de la tradición católica junto con un aprecio por algunos aspectos de la reforma protestante. Como tal, el anglicanismo ha sido definido como una vía media.

 


DOCTRINA

Para los anglicanos, la mínima expresión de la Iglesia en el mundo es la diócesis, es decir, la reunión de las personas bautizadas (laicos y clérigos), que forman parte del Cuerpo Místico de Cristo en una determinada área territorial, bajo la guía pastoral de un Obispo.
Cada obispo es el sacerdote principal de su iglesia diocesana, preside por derecho la Santa Eucaristía, ordena y consagra a los diáconos, a los presbíteros (esto siempre en unión de dos o más presbíteros que imponen las manos junto con él), y a otros obispos (igualmente, en unión de dos o más obispos). El Obispo preside Ex officio todos los cuerpos canónicos o de facto instituidos dentro de su diócesis, y que están integrados por clérigos y laicos debidamente elegidos por el sínodo o convención, pero no puede ponerse por encima de la Constitución y Cánones de su Diócesis ni de su Provincia eclesiástica o Iglesia autónoma.
De acuerdo con la tradición católica, todos los obispos anglicanos tienen el mismo rango (son iguales entre sí), salvo las diferencias funcionales entre los obispos diocesanos y sus ayudantes, los obispos sufragáneos y coadjutores; pero todos son considerados sucesores de los apóstoles y, en cuanto tales, comparten, de manera colegiada, el liderazgo de la Comunión anglicana (tal cosa como la "Iglesia anglicana", no existe sino a nivel de denominación provincial).
Un obispo anglicano actúa siempre, al menos de derecho, con la participación del clero y los laicos en todas las decisiones trascendentales, a través de los sínodos o convenciones diocesanas (anuales) o provinciales (generalmente trienales), siendo los obispos los pastores principales.Cada obispo es el sacerdote principal de su iglesia diocesana, preside por derecho la Santa Eucaristía, ordena y consagra a los diáconos, a los presbíteros (esto siempre en unión de dos o más presbíteros que imponen las manos junto con él), y a otros obispos, (igualmente, en unión de dos o más obispos). El Obispo preside Ex officio, todos los cuerpos canónicos o de facto instituidos dentro de su diócesis, y que están integrados por clérigos y laicos debidamente elegidos por el sínodo o convención, pero no puede ponerse por encima de la Constitución y Cánones de su Diócesis ni de su Provincia eclesiástica o Iglesia autónoma.
De acuerdo a la tradición católica, todos los obispos anglicanos tienen el mismo rango (son iguales entre sí), salvo las diferencias funcionales entre los obispos diocesanos y sus ayudantes, los obispos sufragáneos y coadjutores; pero todos son considerados sucesores de los apóstoles y, en cuanto tales, comparten, de manera colegiada, el liderazgo de la Comunión Anglicana (tal cosa como la "Iglesia Anglicana", no existe sino a nivel de denominación provincial).
Un obispo anglicano actúa siempre, al menos de derecho, con la participación del clero y los laicos en todas las decisiones trascendentales, a través de los sínodos o convenciones diocesanas (anuales) o provinciales (generalmente trienales), siendo los obispos los pastores principales.
El líder simbólico de la Comunión Anglicana, es el Arzobispo de Canterbury, "primero entre sus iguales".
Artículos ilustran la manera en que algunas doctrinas protestantes, como la justificación a través de la fe, llegaron a integrarse en la presentación tradicional de la fe cristiana sobre la Trinidad, Jesucristo, la Iglesia y los sacramentos.

Tres criterios esenciales de fe y ética:

La Sagrada Escritura,
la Tradición apostólica y
la Razón.



Así, con algunas diferencias de énfasis doctrinal y litúrgico, las iglesias de la Comunión anglicana mantienen su unidad a través, principalmente, de la comunión sacramental con el Arzobispo de Canterbury y la celebración de la Liturgia conforme a las diferentes versiones autorizadas del Libro de Oración Común.



¿Qué es la Iglesia Anglicana?


La Iglesia Anglicana es parte de la Iglesia: Una, Santa, Católica y Apostólica fundada por Nuestro Señor Jesucristo, dentro de la gran familia de Iglesias que es la Comunión Anglicana, la que está constituida por iglesias autónomas e independientes esparcidas por todo el mundo. En la actualidad la Comunión Anglicana cuenta con unos 100 millones de miembros.



¿Qué ofrece al mundo la Iglesia Anglicana?
La Iglesia Anglicana podrá juzgar su desempeño al evaluar los frutos de misión y ministerio en su lucha por la justicia y la paz con miras a la realización de la voluntad de Dios para la humanidad y la creación entera. Con miras al Reino de Dios.

DOCUMENTOS IMPORTANTES  DE LA HISTORIA ANGLICANA

Entre los documentos más importantes de la historia anglicana están: el Libro de oración común ( 1549) y los 39 Artículos ( 1571). El Libro de oración común subraya la importancia que los anglicanos dan a la liturgia y a la tradición. Los 39



CREENCIAS

La Comunión Anglicana, una comunidad de Iglesias Nacionales o Provincias dentro de la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica, que están en comunión con la sede arzobispal de Canterbury, que mantienen el orden histórico y proclaman la Fe de nuestro Señor Jesucristo tal como se enseña en las Sagradas Escrituras, como la sostuvo la Iglesia Primitiva, como se encuentra en los Credos, declarada por los primeros seis Concilios Generales y expresada en el Libro de Oración Común.
Las  creencias básicas de los anglicanos se basan en el Credo de los Apóstoles y el Credo Niceno. En gran parte del Credo Niceno, las afirmaciones teológicas y las frases se encuentran en un lenguaje descriptivo que la Iglesia primitiva tomó de sus antepasados judíos.

Valores y características

Los fundamentos doctrinales del anglicanismo, expresados en el son cuatro elementos de la fe cristiana, basados en un texto del siglo V conocido como  ("Debe tenerse como propiamente católico aquello que ha sido creído en todas partes, siempre y por todos"), a saber:


1. La Biblia, o las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamentos, como base de la fe cristiana.
2. Los Credos Apostólico y Niceno, como resúmenes suficientes de la fe contenida en la Escritura.
3. Los Sacramentos del Bautismo y la Eucaristía, como medios indispensables, externos y sensibles (instituidos por Cristo), como medios de la Gracia de Dios, que es interna y espiritual. Esta jerarquización no elimina los otros cinco sacramentos tradicionales (Penitencia, Confirmación, Matrimonio, Ordenación y Unción de los enfermos) que, instituidos por la Iglesia con la autoridad de Cristo, se añaden a los dos primeros.
4. Los anglicanos (episcopales) poseen sucesión apostólica ininterrumpida y reconocida por las iglesias ortodoxas y veterocatólicas. El papa León XIII en la Bula Apostolicae Curae de 1896, tras un estudio canónico, teológico y sacramental sobre las formas rituales utilizadas en la Iglesia anglicana, decidió desconocer la validez de las órdenes sagradas conferidas con el rito anglicano.

CRITICAS:



Las principales críticas y disyuntivas en la Iglesia anglicana corresponden a los problemas entre los bandos conservadores y liberales (minoría) en torno al acceso de mujeres y de personas abiertamente homosexuales al Sacramento del orden sagrado. Mientras los primeros (conservadores) rechazan la ordenación de mujeres y de homosexuales, argumentando razones teológicas y morales, los restantes (liberales) promueven la idea, señalando la necesidad de una equidad entre hombres y mujeres. Debido a esto, se ha creado un clima muy exaltado dentro de la Comunión anglicana, creándose así un profundo quiebre dentro de esta institución